Sobre
¿QUÉ ES VA?
VA es un espacio en el que encontrar información veraz y contrastada sobre acúfenos y herramientas para mantener un estilo de vida saludable. Nace de la necesidad de encontrar una fuente fiable de información y soluciones para reducir la percepción de los acúfenos y mejorar tu calidad de vida.
Desde aquí se proponen herramientas que contribuyan al bienestar general de las personas que sufren de esta afección y ven sus vidas condicionadas por los acúfenos y la hiperacusia.
A través del libro Una Vida sin Acúfenos y VA el Podcast (próximamente), encontrarás una gran fuente de información con entrevistas y herramientas para ayudarte a gestionar de la mejor manera tus síntomas y fomentar un estilo de vida saludable.
MISIÓN
Dar visibilidad y sensibilizar sobre esta afección, que sufren millones de personas de todas las edades en todo el mundo y crear consciencia sobre la importancia de cuidar nuestra salud auditiva, especialmente en espacios públicos.
Visión
Convertirse en un punto de encuentro para personas que buscan herramientas y soluciones para prevenir y mejorar los síntomas que repercuten en su calidad de vida. Crear un espacio seguro en el que poder compartir inquietudes, sentirse escuchado, apoyado y representado. Crear unión y comunidad.
VALORES
Rigor: información veraz y contrastada por profesionales referentes del sector
Transparencia: comunicación clara y honesta
Empatía: apoyo, comprensión y escucha
Inclusividad: sensibilizar y crear conciencia en nuestra sociedad sobre esta afección que afecta a millones de personas
¿Qué son los
acúfenos?
Los acúfenos -tinnitus en inglés- son ruidos que se perciben en los oído, que no provienen de una fuente externa, sino de nuestro propio interior. Generalmente se manifiestan como pitidos, zumbidos, silbidos o chirridos que pueden escucharse en diversas frecuencias al mismo tiempo.
Los acúfenos afectan a millones de personas en todo el mundo. Sólo en España, alrededor de 4 millones de personas los sufren según la OMS. En Europa, se estima que más del 15% de los adultos (65 millones de personas) los padecen, aunque afecta a personas de todas las edades, y se piensa que casi toda la población los experimenta en algún momento de su vida.
Por lo general, muchas personas consiguen adaptarse a estos sonidos cuando su nivel de malestar e incomodidad es medio o bajo, aprendiendo a ignorarlo, lo que no supone mayor interferencia en sus vidas. Sin embargo, se estima que para aproximadamente el 1,2 % (uno de cada cien adultos), el ruido es tan intenso que interfiere en su vida cotidiana, impidiéndoles conciliar el sueño, concentrarse en el trabajo y exponerse a ruidos habituales del día a día, dando lugar a una incapacidad para hacer su vida.
Según la American Tinnitus Association (ATA), el acúfeno grave representa el tercer síntoma más incapacitante que puede sufrir una persona, después del dolor intenso y los trastornos del equilibrio.
Preguntas
frecuentes
¿Cómo se perciben los acúfenos?
La principal sensación se asemeja a un zumbido o pitido (agudos y graves) en uno o ambos oídos. Muchas personas lo comparan al sonido de una olla a presión, la turbina de un motor, el ruido de un helicóptero o de una emisora de radio sin sintonizar.
El entorno o ruido ambiental, puede provocar el aumento de la percepción de los acúfenos (generalmente si se tiene hiperacusia) o por el contrario, camuflarlos. En ocasiones, en lugares muy ruidosos puede llegar a producirse un enmascaramiento que dé la falsa sensación de que el acúfeno haya desaparecido, pero una vez fuera de ese entorno, el acúfeno puede volver a percibirse incluso de manera más intensa, generando incomodidad y dificultad para la concentración o conciliación del sueño.
¿Cómo surge un acúfeno?
Existen diversas causas que originan los acúfenos. Puede deberse a una sobreexposición a ruidos con un volumen muy elevado (taladros, motores, un concierto…), a una lesión en el oído interno provocada por un trauma (ya sea una infección como la otitis o por la acumulación de cerumen en forma de tapón…), puede aparecer también como efecto secundario a medicamentos ototóxicos o pueden estar asociados a otras enfermedades como el síndrome de Ménière, problemas neurológicos, problemas cardiovasculares, tensión acumulada en forma de contractura muscular, estrés u otras patologías.
En cualquier caso, sea cual sea su origen su manifestación se dará a nivel cortical, es decir, en la corteza auditiva.
Qué riesgos tiene padecer acúfenos?
La exposición constante a estos sonidos evidentemente suponen un riesgo para nuestro bienestar general. El estar expuestos a un continuo flujo de sonidos desagradables puede desestabilizarnos y derivar en dolencias como el estrés, la ansiedad, el insomnio, la depresión, la inflamación crónica y desajustar nuestro sistema nervioso, además de los posibles daños auditivos como la degeneración y pérdida auditiva en algunos casos.
Es habitual que, ademas, los acúfenos vayan asociados a una pérdida auditiva (hipoacusia) o una hipersensibilidad auditiva (hiperacusia), aunque en algunas ocasiones puede tratarse de acúfenos transitorios que desaparecen a lo largo de los días o las semanas.
¿Qué debo hacer si tengo un acúfeno?
Es importante mencionar que, en el momento de la aparición de un acúfeno o que notemos algo extraño, lo primero es acudir a urgencias y que un otorrinolaringólogo nos realice las pruebas pertinentes. El médico determinará el diagnóstico y nos indicará qué pasos debemos seguir y qué opciones de tratamiento existen.
Pruebas y diagnóstico
A día de hoy, afortunadamente, existen diferentes maneras de diagnosticar los acúfenos.
En primer lugar, el otorrinolaringólogo realizará una serie de preguntas específicas para obtener información y una imagen precisa de los síntomas. Después, realizará un examen detallado en el canal auditivo, nariz y garganta. Debe realizar diversas pruebas auditivas como una audiometría o una acufenometría para medir el nivel de intensidad y malestar que presenta el paciente y si hay o no una perdida auditiva o una hipersensibilidad asociada.
Según sean las conclusiones y diagnóstico, deberá recomendar los siguientes pasos a seguir en la recuperación y mejora de los síntomas.
¿Qué tratamientos existen a día de hoy?
El más común es la terapia de Reentrenamiento del Tinnitus (TRT) que pretende la habituación a los pitidos y que estos dejen de percibirse como molestos o dañinos. Mediante la escucha de ruidos con frecuencias similares a la de los acúfenos, pretende reeducar al cerebro a que éste los identifique como no relevantes y por tanto se hagan imperceptibles. Es importante señalar que esta terapia no los elimina ni los cura, sino que los camufla o enmascara creando la sensación de no percibirlos como molestos. El porcentaje de éxito no es el más alto, aunque si se realiza acompañado por un buen especialista neuropsicólogo, que lo combine con técnicas de habituación, y una buena Terapia Cognitivo-Conductual (CBT), que consiga eliminar esa connotación negativa que acompaña al acúfeno, entonces puede llegar a dar buenos resultados.
Por otro lado, adoptar hábitos saludables y utilizar herramientas para gestionar el estrés puede ayudar a prevenir y mejorar síntomas asociados a enfermedades y afecciones derivadas del desequilibrio que provocan los acúfenos en nuestro cuerpo. Si se aplican correctamente, estas prácticas pueden tener un impacto muy positivo en nuestra salud y bienestar, reduciendo la percepción de los acúfenos y mejorando notablemente nuestros síntomas.
Se ha estudiado que la causa principal de que un acúfeno resulte especialmente molesto e irritante, es la alteración en su procesamiento a nivel del sistema nervioso central en la vía auditiva, y que gracias a la neuroplasticidad de nuestro cerebro, esta alteración se considera reversible, por lo que resulta posible conseguir que el acúfeno pase a un segundo plano subcortical (subconsciente) y deje de ser una molestia.
Estos y otros enfoques son los que explico en el libro Una vida sin Acúfenos.
¿Cuán alto es el volumen
en una ciudad?
¿Alguna vez te has preguntado cual es el volumen al que estamos expuestos a diario en una ciudad? ¿Qué es lo saludable para tus oídos?
En una ciudad, el nivel de ruido al que estamos expuestos varía según la zona y actividad, pero los valores más habituales oscilan entre los 75dB y los 100dB, superando ampliamente las recomendaciones de la OMS que aconseja no exceder los 55dB para proteger la salud.
Lo sano y natural para nuestros oídos es mantenernos por debajo de los 65dB, ya que exposiciones prolongadas a niveles superiores aumentan el riesgo de pérdida auditiva y otros problemas de salud como estrés o insomnio.
El límite recomendado para evitar daños auditivos a largo plazo es no superar los 85dB durante más de 8 horas seguidas. A partir de 120dB se entra en el umbral del dolor, donde el sonido resulta doloroso y existe riesgo de daño auditivo inmediato.
Además, hay que tener en cuenta que un aumento en 10dB del nivel de sonido, para el oído humano supone una percepción subjetiva del doble de volumen o intensidad.
